Todos los tipos de oposiciones y plazas a los que te puedes presentar

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Quieres ser funcionario, trabajar para la Administración, tener un buen salario, buenas condiciones y, a poder ser, conseguir un trabajo indefinido. Pero antes, tienes que aprobar una oposición y te encuentras con miles de términos y tipos de oposiciones diferentes ‘Oposición de libre acceso’, ‘Concurso -oposición’, ‘méritos’, ‘promoción interna’, bolsa de interinos’. ¿Qué es todo esto?

Seamos sinceros, el mundo de las oposiciones es un lío que, a veces, les cuesta entender hasta a quienes ya han opositado. Por eso, antes de que tomes una decisión importante y te centres en encontrar la convocatoria que más te conviene (si necesitas ayuda, te enseñamos aquí cuáles se adaptan a tu perfil), te resumimos los tipos de oposición más importantes con los que te puedes encontrar, cómo funcionan, lo que se evalúa y lo que se ofrece en cada uno de ellos.

Lo primero que debes saber es que hay muchos tipos de oposiciones pero, ni todas las oposiciones son iguales, ni tienen los mismos requisitos, ni las mismas pruebas de acceso. La Administración convoca diferentes exámenes para acceder a sus puestos y, en cada uno de ellos, tendrás que demostrar ciertas cualidades o cumplir determinados requisitos.

A la hora de buscar oposiciones, tienes que tener muy claro a dónde quieres llegar, cómo lo vas hacer y, sobre todo, en qué punto estás. Para eso, debes conocer los diferentes tipos de oposiciones y plazas que oferta la Administración.  Es el primer paso para saber si una convocatoria se adapta a tu perfil y necesidades. Como siempre, vayamos por partes.


Tipos de oposiciones según las plazas

Antes de nada, hay una cuestión muy sencilla que debes tener en cuenta: los ‘no funcionarios’ no son los únicos que pueden presentarse a una oposición. Es más, hay plazas de oposición reservadas exclusivamente para funcionarios. Así que ahí va la primera diferencia que debes conocer: oposición de libre acceso o de promoción interna.

Antes de plantearte cualquier convocatoria tienes que mirar bien el número de plazas convocadas en la OEP, y en la convocatoria específica, pero también a quién van dirigidas. Si no eres funcionario, vas a tener vetadas todas las plazas dirigidas a promoción interna.

Suponemos que conocerás más o menos las bases, reglas, y requisitos generales para presentarte a la plaza más conocida: la de libre acceso. Pero, ¿sabes cómo funciona la promoción interna?  Seas o no funcionario, te conviene saber de qué va.

Diferencia entre oposiciones de promoción interna y acceso libre

Como te decíamos, las oposiciones son todo un mundo que ni los que ya han opositado conocen del todo. Cada convocatoria tiene sus particularidades. Sin embargo, hay algunas en las que te tienes que fijar sí o sí. Más adelante verás por qué.

La cuestión es que en cada convocatoria pueden aparecer varios requisitos ligados al número de plazas. Algunos van estipulados por ley como, por ejemplo, aquellas plazas que se destinan a personas con discapacidad, que suelen ser un 7% del total de puestos ofertados en la mayoría de convocatorias.

En general, las plazas de una oposición se pueden repartir para tres tipos de opositores: acceso libre (no funcionarios), promoción interna (funcionarios) y acceso para personas con discapacidad. Por tanto, en una convocatoria, siempre debes tener en cuenta que, aunque salgan 500 plazas, puede que, en realidad, a las que puedes optar sean bastantes menos.

Acceso libre

Las que suelen interesar a la mayoría de opositores son las de acceso o turno libre. Estas plazas son las más conocidas, las que se destinan a cualquier ciudadano que cumpla algunos requisitos (que repasamos aquí en profundidad) como tener nacionalidad española o de la unión europea, cumplir con la edad mínima, o con las características físicas necesarias para el desempeño del puesto.  Pero, ojo, si eres opositor pero no has sido funcionario estas plazas no son las únicas que te interesan

Promoción interna

Las plazas de promoción interna, están reservadas tan sólo a personal funcionario.  Normalmente, sirven para que un determinado grupo de empleados públicos accedan a un puesto superior. Por tanto, normalmente, suelen fijar como requisito que el opositor haya trabajado como funcionario en una escala inferior a la que se oferta en la convocatoria durante, al menos, dos años. Esto es lo que se denominaría “promoción vertical” o, en otras palabras, una de las formas que tiene un funcionario de ascender a un puesto de un grupo superior al suyo. Pero también existe la “promoción horizontal”, es decir, la posibilidad de que un empleado público cambie de puesto a través de una oposición, pero siguiendo en la misma categoría.

RECUERDA: Si accedes a nuestro buscador de oposiciones puedes filtrar los resultados por diferentes parámetros, entre ellos Promoción interna

 ¿Cómo son los exámenes de promoción interna?

Si ya eres funcionario y te estás planteando optar a algún puesto de categoría igual o superior, quizás te interese saber cómo funcionan los exámenes de promoción interna. Son similares, pero con algunas diferencias a los de acceso libre.

Ten en cuenta que, si eres funcionario, ya habrás superado un examen de oposición y, por tanto, habrás demostrado tus conocimientos en algunos temas generales de los que, es probable, que no te tengas que volver a examinar.

Por tanto, lo habitual es que en una oposición por promoción interna te encuentres con un temario menor y que los exámenes sean algo más cortos. Por lo demás, todo el proceso selectivo es exactamente igual que cuando un candidato se examina por acceso libre.

Aunque existe promoción interna en muchos ámbitos de la función pública, uno de los más habituales son los del área de Justicia. Si se tiene el nivel formativo exigido, una persona puede entrar como Auxiliar de Justicia y acabar, por ejemplo, como Gestor Procesal

Requisitos para optar a promoción interna

El funcionario deberá de tener en cuenta que, como con cualquier otra plaza, para presentarse vía promoción interna deberá cumplir con una serie de requisitos obligatorios.

  •  Tener la titulación necesaria para el puesto y categoría al que se aspira.
  • El funcionario deberá de haber trabajado durante, al menos, dos años en el cuerpo o grupo de titulación inmediatamente inferior al que se pretenda acceder.
  • Como sucede con los de acceso libre, debes poseer la capacidad funcional para el desempeño de las tareas del cuerpo al que aspiras.
  • Además, deberás cumplir con los requisitos específicos que se impongan según el tipo de convocatoria y el puesto de trabajo.  No en todas se exigen, pero algunos tipos de empleo público, como los relacionados con la seguridad y justicia suelen exigir aspectos específicos que pueden ir desde una edad determinada, hasta cuestiones físicas como la talla del aspirante, contar con algunos idiomas o con algún tipo de carnet de conducir. Todo es cuestión de dedicar un tiempo a leer bien las bases de la convocatoria a la que te presentas.

Sin embargo, ten en cuenta que la promoción interna no es la única vía de ascenso que tiene un funcionario. En algunos casos no es necesario presentarse a un examen selectivo para optar a un puesto superior.

La información es poder

Pongamos el ejemplo anterior:  te presentas a un examen selectivo de oposición en una convocatoria que tiene 500 plazas. En este caso, es muy recomendable que te asegures de que las 500 son para acceso libre porque, de lo contrario, si unas 200 van para promoción interna y otras 50 para personas con discapacidad, ya no te estarás presentando a una convocatoria de 500 plazas si no de 250.

Aunque no puedas optar a ellas, debes conocer siempre todas las plazas convocadas y a qué perfil de opositor van dirigidas, en primer lugar, porque eso te permitirá saber a lo que te enfrentas.

Nº de plazas ofertadas

Saber el número de puestos que se ofertan y opositores que se presentarán es una de las claves más importantes para conocer tus posibilidades reales de aprobar la oposición y conseguir plaza. Recuerda que aprobar la oposición no siempre es suficiente para ser funcionario.

En segundo lugar, y de forma algo menos precisa, conocer las plazas que se ofertan en cada oposición para promoción interna te puede ayudar a hacerte una idea de algunos puestos que pueden quedarse libres más adelante. Ten en cuenta que la promoción interna también puede beneficiarte. Si un funcionario sube de categoría, o cambia de puesto, significa que otro puesto quedará libre. Y, ¿quién sabe?, podría ser el tuyo.

¿Cómo puede ascender un funcionario?

Un funcionario tiene varias vías para mejorar su situación profesional y poder cambiar de puesto.

  • La promoción interna: para ascender de Cuerpo o Escala de un grupo de titulación a otro superior, a través de oposiciones en las que un cierto número de plazas irán destinadas exclusivamente a empleados públicos que deseen promocionarse y subir de escalafón.
  • La carrera administrativa: la carrera es un proceso parecido al de promoción interna, aunque sin necesidad de realizar oposiciones. En este caso, se asciende conforme pasan los años. Normalmente, cuando se desempeña un mismo nivel durante dos o tres años continuados, se puede subir de grado a través de carrera.
  • La movilidad por Concurso -oposición:  Otra de las formas de cambiar de puesto de trabajo es el concurso oposición o por méritos, en el que no sólo se tendrán en cuenta tus habilidades en el examen (como ocurre en el de promoción interna) sino que también se valorarán a la hora de decidir si eres o no apto para el puesto, los méritos que hayas alcanzado durante tu carrera y la antigüedad o algunos cursos que hayas realizado y correspondan al puesto que quieras obtener.

Y justamente éste es el tercero de los tres principales tipos de oposición. Lo interesante del concurso-oposición es que a él pueden presentarse tanto funcionarios, como no funcionarios. Lo importante aquí no sólo es el examen, sino también los méritos que puedas demostrar. Veamos cómo funciona.


Tipos de oposiciones según el proceso selectivo

Concurso-oposición ¿Qué es y cómo funciona?

Cuando hablamos, solemos llamar «oposición», a cualquier proceso selectivo para ser empleado público. Pero realmente, la oposición a veces es solo una parte del mismo – la que más peso tiene – pero solo una parte.

Concurso

El concurso es un sistema para seleccionar personal público.  Cuando se presenta una convocatoria para opositar, en algunas ocasiones, se comunica a través de las bases que se tendrán en cuenta una serie de aspectos, denominados ‘méritos’.

Estos méritos otorgan una puntuación a aquellos que los tengan o consigan antes de opositar. Pueden ser desde cursos específicos, hasta idiomas o una antigüedad o experiencia determinada en el puesto al que se vaya a optar.

Cada mérito supone unos puntos, y figuran en la convocatoria del proceso selectivo. El sistema es bastante sencillo: los aspirantes se inscriben en el proceso y aportan la documentación que acredite los méritos que tienen. El Tribunal suma los puntos de cada uno de los aspirantes y elabora una lista en la que ordena de mayor a menor puntuación los resultados de sus aspirantes

Concurso-oposición

Es un sistema mixto de ambos y bastante utilizado en la práctica. Básicamente funciona con lo más importante de ambas evaluaciones: por un lado, el opositor realiza un examen convencional de oposición que se evalúa con una determinada puntuación.

Quienes aprueben la fase eliminatoria serán seleccionados no sólo en base a su nota, sino también a unos méritos que se añaden a su resultado.  Esto sucede en muchas ocasiones en las oposiciones a Policía Nacional o Guardia Civil en el que algunos méritos como haber sido militar se suman a la nota sacada en el examen de oposición.

Algunos de los méritos más habituales son los títulos y grados académicos, el historial profesional (diplomas, certificaciones de algunos conocimientos o títulos que acrediten el conocimiento de idiomas extranjeros).

Para la inmensa mayoría de oposiciones se opta por este sistema de selección. Los puestos son desde Administración, hasta Sanidad, educación primaria o secundaria o Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policías, Guardia civiles o Bomberos)

¿Se puede aprobar un concurso-oposición sin méritos?

Una de las dudas más frecuentes de los opositores cuando se encuentran con una convocatoria de concurso-oposición es si es posible presentarse sin méritos. Y la respuesta es sí, se puede, pero lo cierto es que tus posibilidades de obtener plaza pueden llegar a verse muy reducidas.

Lo primero que deberías hacer es estudiar bien los porcentajes de puntuación que tiene el examen y cada uno de los méritos.  A partir de ahí, puedes tomar la decisión de si te compensa o no enfrentarte a opositores que parten con una ventaja respecto a ti. Pero ¿sabes qué?  Dependiendo de tus perspectivas de futuro puede compensarte incluso cuando no tengas ninguna posibilidad de acceder a una plaza.

Opositar es una carrera de fondo

No tires la toalla si suspendes, sobre todo en ciertos tipos de oposiciones debemos asumirlo como un proceso de 2 o 3 años. (Incluso más)

La experiencia de haberte presentado previamente a todo el proceso selectivo, sumado a la base de conocimiento adquirida, seguramente harán que en la siguiente convocatoria conseguirás tu plaza.

La cuestión es que si apruebas la oposición, aunque no obtengas plaza por carecer de suficientes méritos, en algunos casos, te servirá para evitar realizar alguna prueba en la siguiente convocatoria, sumar algunos puntos o incluso puedes entrar en una bolsa de interinos y, desde ahí, buscar trabajo como funcionario de forma más sencilla aunque, eso sí, tu puesto no será vitalicio. (Aquí te explicamos todos los tipos de empleados públicos, entre ellos, los interinos).

Estos son los tipos de evaluación y plazas más comunes con los que te puedes encontrar en una oposición. Sin embargo, también debes tener en cuenta otras cuestiones que diferencian las convocatorias, y que pueden ser clave a la hora de acceder a una plaza.


Tipos de oposiciones según ámbito geográfico

Una de las cuestiones que debes tener muy en cuenta si vas a opositar es qué organismo regula la convocatoria a la que vas a optar. 

Cuando ésta sea estatal o nacional, la publicación saldrá en el mismo BOE y, desde ahí, podrás acceder a toda la información que necesitas.

Sin embargo, también puede darse el caso de que te presentes a una convocatoria, autonómica o local. En este caso, la publicación también saldría en el BOE, pero luego habría que ir al boletín oficial de la comunidad autónoma o al boletín oficial de la provincia, para conocer la información y reglas concretas en las que se basa tu convocatoria.

Como ya sabrás, algunos puestos de trabajo dependen únicamente del Estado. Es el caso, por ejemplo, de los policías nacionales. Sin embargo, hay muchísimos más puestos, como los relacionados con lo administrativo que puede controlar cualquier Administración (estatal, local o autonómica).

Por eso, es muy importante, antes de tomar cualquier decisión, saber qué organismo rige la convocatoria a la que te quieres presentar. A partir de ahí, será más fácil decidir cuál de ellas es la que más se adapta a tus necesidades más importantes, es decir, el salario, condiciones, o destino en el que te tocará trabajar.

La Administración Estatal

Se divide por “Organismos Públicos” que agrupan a todas las entidades dependientes o vinculadas a la Administración General del Estado.

Puede darse el caso de que estos Organismos sean autónomos o empresas públicas. En cualquier caso, con este tipo de convocatorias tienes que tener mucho cuidado ya que es aquí donde puedes tener más problemas con el destino.

En cada convocatoria estatal se especificará el destino al que puedes optar antes o después del proceso selectivo. En muchos casos, el destino se adjudicará después de haber resuelto el examen a través de los resultados de la oposición.

Como siempre, los que mejor nota saquen serán los que mayor preferencia tengan para elegir destino.

La Administración Autonómica

La Administración Autonómica se encarga de ejercer competencias en las materias definidas en los Estatutos de cada comunidad. Cada una de ellas se encuentra organizada por Consejerías.

Esta parte es la más difícil de controlar para un opositor, ya que cada comunidad autónoma va publicando a su ritmo y de forma independiente sus propias plazas para la Administración.

Si es tan importante saber quién rige tu convocatoria es por esto mismo: cada comunidad tiene su sueldo y condiciones y, créeme, hay muchas diferencias entre lo que puede cobrar un funcionario catalán y uno andaluz. Infórmate bien antes de tomar una decisión.
 

La Administración Local

La Administración Local es la entidad local básica reconocida en la Constitución. Ésta se divide en Municipios, Provincias o Islas. Dentro de ellas pueden crearse otras entidades como comarcas.

Las bases de estas convocatorias las llevan ayuntamientos y diputación. Así que bastará con estar alerta de las plazas que ofertan.

Ten en cuenta que, una vez más, vuelve a haber muchas diferencias entre sueldos, exigencias de la convocatoria y condiciones entre las diferentes localidades. 

La Unión Europea

La Unión Europea convoca también sus propias oposiciones todos los años aunque para poder conseguir una plaza es necesario conocer los requisitos ya que suelen ser diferentes al del resto de Administraciones. Consúltalos aquí.

Recomendación: No empieces la casa por el tejado. Primero, determina a qué plaza o función pública quieres optar. Luego, observa qué organismos ofertan dicha plaza. Y, por último, evalúa cuál de todas las convocatorias se adapta más a tus objetivos de sueldo, condiciones y exigencias para aprobar el examen. Todo a su ritmo, no te estreses.


Tipos de oposiciones según tu formación

Las oposiciones también pueden dividirse por categorías. Cada una de ellas corresponde a un grupo de funcionarios cuya máxima diferencia es la formación.

A mayor formación, mayor categoría y, por supuesto, mayor salario.

Tipos de oposiciones A1 y A2

Graduados y licenciados universitarios

El Grupo A1 es la categoría más alta a la que puede optar un empleado público en España. Engloba a todos los funcionarios pertenecientes al cuerpo técnico de la Administración que se dedican a funciones de dirección y control.

Para acceder a esta categoría, que engloba a jueces, inspectores de Hacienda y profesores universitarios entre otros, hace falta contar con cualificación superior.

Como mínimo, los aspirantes deberán tener un grado o licenciatura universitaria. Pero no sólo eso, el título en cuestión tiene que capacitarte para el puesto al que vas a acceder. También, si fuera necesario, del Máster o doctorado que te habilite para el ejercicio de esta profesión regulada, de acuerdo con la legislación vigente

En el caso de Grupo A2, la formación requerida es la misma: sólo pueden acceder aquellos que tengan un grado o sean licenciados, ingenieros o similares. Por tanto, habrá que tener un grado universitario o similar específico para el puesto que se vaya a desempeñar.

Tipos de oposiciones Grupo B

Formación Profesional de Grado Superior

Los funcionarios de este grupo suelen ser técnicos informáticos, forestales o, incluso de radiología. Para acceder a esta categoría, el aspirante necesitará, como mínimo, un título de Formación Profesional de grado superior.

Tipos de oposiciones Grupo C1

Bachillerato o equivalentes.

Como habrás visto, a menor categoría, menor formación requerida. En este caso, nos encontramos con el Grupo C1, una categoría de funcionarios que engloba desde contables y administrativos que realizarán expedientes, harán tareas de comprobación y ejecución de cálculos u operaciones contables, hasta las de escala básica del CNP

Tipos de oposiciones Grupo C2

Los opositores sólo tienen que contar con el graduado de la ESO o equivalentes, para acceder.

Seguimos bajando y nos encontramos con el subgrupo C2, categoría que junta a todos aquellos funcionarios que realizan tareas de atención al público, mecanografía o incorporación de documentos a expedientes.

Entre otras, las que mayor número de plazas suelen ofertar son las oposiciones de Correos y las de Tropa y Marinería

Tipos de oposiciones Grupo E

Es la categoría de menor nivel a la que puede acceder un empleado público. En este grupo están desde los repartidores de correos hasta limpiadores de establecimientos públicos. Si no cuentas con ninguna formación, éste es el único grupo de funcionarios al que podrás acceder. Las más populares son algunas de la rama de subalternos y celadores